La Misha andina como método para la auto-educación
La Misha andina como método para la auto-educación
La Misha de la cultura peruana Q’ero para
las historias de vida en clave existencial
Por: Andrés Felipe Pérez Velasco
Fecha original de publicación en blog anterior:
enero 11 del 2017
Fecha de publicación en el blog: mayo 24 del 2019
El encuentro de la cosmovisión andina con otras miradas transversales:
La cosmovisión andina
arraiga dentro de sus componentes culturales a la Misha andina, perteneciente a la
cultura peruana Q’ero, siendo esta una manera de ver y vivir la vida
desde los andes. El líder espiritual Nicolas
Pauccar nombra los tres aspectos que dan base a la práctica del chamán;
siendo un líder espiritual, un consejero espiritual y médico asistente, conformando
desde su concepción antropológica, el concepto de chamán. El líder espiritual
dentro de la cultura Q’ero, se
designa como Misayoc kuna, como hombre
que conoce la evolución (del ser humano), u hombre que conoce la interrelación entre el hombre y la tierra, y el
hombre con su dios. Desde esta concepción se comprende una relación directa
entre el cuerpo (físico) y la tierra, relación íntima y recíproca que se
manifiesta, a su vez, entre el cuerpo energético (espiritual) y la energía que
es concebida como Dios, entre el cuerpo de vibración energético y la vibración
del universo, las cuales son trabajadas con la resonancia del decir
(el verbo) y la resonancia del pensar (Pauccar, 2015).
Otro de los aspectos que
según Paccuar trabajan los Misayoc kuna
en la cosmogonía andina de la cultura Q’ero, es
el comprender que los organismos vivos contienen células como organismos
inteligentes, concepto que se enlaza desde la postura biológica occidental,
pero también el reconocimiento sobre estas células como organismos con otro
tipo de comunicación (espiritual)
donde el chamán se hace partícipe en este conocimiento (Pauccar, 2015). Actualmente se conoce por medio
de la ciencia actual, que las células humanas emiten luz al igual que las
supernovas antes de morir, según el científico alemán Fritz Albert Popp, en el informativo Bioguia (Bioguia,
2016). Así mismo en el Portal Tendencias 21, se adjunta el informe científico, el
cual afirma que los investigadores Thieu X, Phan, Barbara Juraga, Sandeep C.
Bandyopadhyay, Gerard P, pertenecientes al grupo de investigación médico de
Georgetown (EEUU) descubrieron que “la luz del sol hace que las células de
nuestro sistema inmune se muevan más rápido” (Tendencias21, 2016). Y el portal
Luminoterapia.Science informa sobre las investigaciones de los doctores Esther
del Rio y Fritz Albert Popp, los cuales afirman como la luz (biofotones) son
los responsables de la organización y comunicación
de las células humana (Luminoterapia.Science, 2016). Podríamos pensar desde la
concepción de la cultura Quero andina, que parte de estas inteligencias espirituales podrían estar representadas por la
acción del sol, a nivel del organismo biológico, la luz no solo como iluminación, si no como nutriente y
código de comunicación entre las células del cuerpo humano.
Si retomamos lo anterior, el líder espiritual Nicolas Pauccar nos argumenta desde la cosmogonía andina como el
cuerpo humano no solo es componente biológico,
mental y psico-sentimental. Teniendo en cuenta esto, podríamos pensar como el ser humano estaría compuesto por diversos cuerpos constitutivo que nos
constituyen como seres, que a su vez nosotros los construimos, así mismo se
puede recordar que ya desde finales del siglo XIX el investigador científico, filósofo,
pedagogo y artista Rodulf Steiner (apoyándose en la obra de Goethe) manifestaba
en su obras el pensarse en la educación estos cuerpos constitutivos del ser humano (Aeppli, 1971)
Al igual que Rudolf
Steiner, el líder espiritual (Misayoc
kuna) Nicolas Pauccar aseguran que parte del desorden físico del cuerpo
humano biológico, se puede reparar con el contacto con la naturaleza, como
caminar descalzo o tomar el sol, activando nuestro sistemas de defensas , lo
cual se podría apoyar con el artículo
escrito por Ken Otterbourg
en la revista National Geographic, donde se insinúa los beneficios para la
salud mental y social en el contacto de la naturaleza por medio de los parques
al interior de la urbe (Otterbourg, 2016). Algo que fácilmente se puede
contrastar con las investigaciones modernas, en las cuales se afirma claramente
un beneficio marcado para la salud de los seres humanos, por lo cual, [los baños de bosque] se promovieron como
política nacional en Japón desde 1985. Así mismo, según el Dr. Secundí
López-Pousa, jefe del hospital Josep Trueta de Girona, informa que el contacto
del individuo con la naturaleza es excelente para la mejora de la felicidad y
salud del ser humano (Somos triodos, 2015).
Pauccar prosigue afirmando
que también se puede reparar el organismo biológico besando la tierra para
activar en el cuerpo una serie de inteligencia
inconsciente que integra esta información
natural de la tierra en el cuerpo humano, vinculando en esta acción códigos
naturales en el desequilibrio del ser humano para estabilizarlo (Pauccar, 2015). Aspecto que se podría llegar a apoyar
con las investigaciones del científico japonés
Masaru Emoto, comprendiendo que el agua compone aproximadamente el 65%
del ser humano adulto, en dicha investigación se estudió como el agua es
sensible a los estímulos de la voz (sonido), y la
imagen, al crear estructuras (en estado de congelación) hermosas o
deformes, dependiendo del estímulo que se le aplique, sea de tipo visual o
sonoro, lo cual también sería consecuente con la postura del Rudolf Steiner en
sus obras.
Algunos rasgos que resalta
el líder espiritual (Misayoc kuna)
Nicolas Pauccar, son las virtudes de la Misha andina, las cuales están en el poder depositar
confianza al propio poder interior del ser humano, y a su vez, poder visibilizar la fuerza de la tierra y
del universo, invitando al ser humano, al ser consciente mediante
la práctica del [dar gracias] a todo
lo que está creado o lo que se está creando, así mismo [el pedir permiso] al universo para servirse de ellos. Bajo esta
concepción se puede comprendiendo la Misha como una práctica para la creación de un espacio sagrado dentro
del hogar, y no en el exterior como en los templos, al contrario, donde lo
sagrado (fuerza mayor) puede estar en el interior de ser humano, posibilitando la consciencia del individuo
sobre su vida, reconociendo las distintas esferas que conforman al ser humano
como su propia historia de vida, pudiendo
llegar a comprender que el universo está dentro del ser humano, donde todos
formamos parte de un potencial ilimitado y universal.
En palabras de Gaston
Pineau citado por M. Jurado, podríamos ver los siguientes conceptos de Pineau: el
Autos, el Hetero y el Ecos (Pineau, 2005. Jurado,
2007) Teniendo en cuenta lo anterior, se podría observar el Autos, el Hetero y el Ecos
a través de la Misha andina como
herramienta para la auto-educación en historias de vida en clave existencial, en
un estado de consciencia que permite Misha, en los tres niveles: A) el yo [autos] o micro nivel
psicopedagógico, el individuo, B) el
[Hetero] o meso nivel tecnológicopedagógico: para el dispositivo de formación
(en este caso la Misha), y C) el
[Ecos] o macronivel socio-pedagógico: para el entorno, la otredad y lo que nos
rodea.
Con el precedente
anterior, la Misha andina de la cultura Q’ero, se puede disponer como una vía
dentro de la metodología de Historias de vida existencial para el ser humano. Para comprender la
importancia y pertinencia de la Misha,
se debe reconocer el panorama posmoderno expuesto
por la autora Naomi Klein en su obra, en la cual se plantea la pos-modernidad como un sistema que
imposibilita en el individuo el re-encontrarse consigo mismo y la otredad,
atravesando a los seres humanos con diversos factores que construye: cultural,
social, política y económicamente un sujeto sin identidad propia,
mediatizado por la mercadotecnia, lo cual facilitan la instauración del
conflicto y la violencia (Klein, 2018). Por lo anterior, se podría comprender la
Misha como un camino para dar un orden existencial en el ser humano, el
cual como expone la autora Klein, el individuo está inmerso en la
pos-modernidad,
la cual es diseñada, creada e instaurada para imponer caos con fines
geopolíticos. Teniendo en cuenta este contexto la Misha se presenta como una práctica para facilitar en el
individuo la creación de su propia cosmogonía individual amarrada a lo
colectivo, desde las fuerzas inmanentes y trascendentes, que podría facilitar
en el individuo, el poder reflexionar e introspeccionar en sí mismo, con el
entorno y la otredad (los otros), retornando a sí mismo como un ser en proceso
de auto-transformación por medio de la
auto-educación,
entendiendo y comprendiendo que el individuo es uno con la existencia en
comunidad.
Con lo anterior, la Misha
andina sería un espacio sagrado donde se puede concebir la idea de los
cuerpos constitutivos: el cuerpo espiritual (alma y espíritu) y cuerpo energético (como manifestación física-espiritual más
visible), junto con el cuerpos físico (biológico), el emotivo (no solo psico-emocional) y el
cuerpo mental (cognoscitivo) para el desarrollo del ser humano desde
diversas áreas. También es necesario recordar, que la posibilidad de vincular
desde la academia el cuerpo espiritual, el cuerpo energético, e incluso el
cuerpo emotivo, han sido generalmente desterrados de las concepciones
académicas, y del desarrollo económico en los claustros formativos dogmáticos;
como la escuela o la universidad, postura afirmada por Rudolf Steiner ya a
finales del siglo XIX.
Posición que se podría
respaldar por las obras de los autores Pascal Galvani y M. Dolores Jurado,
quienes han afirmado que los procesos inmanentes del ser humano, como los espacios
de auto-educación
han sido borrados del pensum académico, instaurando una postura
positivista-cientificista-industrializante, dejando al individuo y la
comunidad sin espacios y métodos, o prácticas para su propia
auto-transformación, por y para el individuo y la comunidad. (Galvani, 2016.
Dolores, 2007)
Retomando lo anterior, me
gustaría presentar en este corto opúsculo, la herramienta de la Misha
andina, como vía para trabajar “las historias de vida” desde la
concepción existencialista, teniendo la posibilidad de trabajar los diversos cuerpos
constitutivos del ser humano en
un estado de consciencia, donde se favorece el viaje hacia; el pasado, el
futuro, el presente (como estado general) y el aquí y el ahora (el Kairos).
La Misha en sus aspectos
básicos en clave auto-educativa:
Hace unos años en mi
práctica como educador, vinculando la
práctica del trabajo del ser interior, desde la consciencia por medio de las
vías del arte y la estética, una de las herramientas con que inicie a trabajar
esta postura fue con La auto-biografía o Las historias de vida. Uno de los problemas que se me
presentaba, era la falta del poder
simbólico que no portaban estas herramientas clásicas, pero conociendo el fuerte
poder del símbolo desde mi formación en arte y el diseño, intuitivamente inicie
a vincular el uso de símbolos pictóricos de diversa índole (retomando mis
propias auto-formaciones en otro
campo), con el propósito de trabajar los momentos traumatizantes del estudiante
a manera de símbolo, evitando así manifestar tan explícitamente estos momentos
personales consignándolos en texto fácilmente legibles ante los otros
compañeros. Sin embargo, notaba que la estructura clásica de La auto-biografía o Las historias de vida, aún, con el aporte del símbolo pictórico que introducí, le hacía todavía falta uno de los
aspectos que es buscado con ansias por el ser humano, especialmente en la niñez
y adolescencia, el misterio, elemento [fuerza]
que he tenido la oportunidad de apreciar, trabajar y vivir en mi labor como
docente. Algo que en otras palabras, inicio a ser trabajado en el último tercio
del siglo XIX prolijamente por Rudolf Steiner en sus obras, hablando sobre el misterio Steiner (2011) afirma
“Significa: mirar el mundo; el mundo henchido de enigmas, de misterios, donde
el más leve conato de movimiento del hombre es indicio de los secretos del
cosmos en el más amplio sentido! El hombre mismo, tal como deambula por el
mundo como ser vivo, es la solución del enigma del universo” (p.95).
Retornando a mi propia auto-educación,
reanude una de la herramientas que había conocido por cuenta propia hace unos
años, en ese momento de auto-reflexión encontré la fuerza del misterio en la Misha andina, se me presento como
una vía para trabajarla desde la auto-educación con enfoque existencial,
como una urdimbre donde el estudiante, como ser humano pueda retornar en sí, y
a la vez, hacía la otredad, el contexto, con la posibilidad de la coexistencia
de los cuerpos constitutivos que se desterraron de la academia
positivista industrializante.
Otra de las cualidades que
posee la Misha, es su naturaleza
artística, implícita en su propia construcción como una pieza de espacio sagrado, por lo cual podemos
respaldar la propiedad artística de la
Misha, en las palabras de Goethe citado en 1922 por Rudolf Steiner (2011)
afirma “lo bello es manifestación de unas leyes ocultas de la naturaleza, leyes
que, sin ese vínculo, nos hubieran quedado para siempre ocultas” (p.148). En palabras de Steiner, el arte es el único
medio por el cual se puede captar la belleza como manifestación de las leyes
naturales, y así poder llegar a la
verdad viva (Steiner, 2011). Desde la postura del artista y autor Alejandro Jodorowsky se podría observar una
concepción artístico-educativa, en la
cual el
poder simbólico del arte puede afectar fuertemente la psicología del
ser humano, por lo cual el arte se presenta como elemento constitutivo en la
educación (Jodorowsky, 1995). Desde
la concepción pedagógica filosófica y artística articulada de Steiner, la Misha andina puede ser una herramienta muy
válida desde las historias de vida en
clave existencial, encarnando una metáfora a modo de puerta, por la cual lo bello se visualiza como una luz que
corporiza la verdad viva que circunda
al individuo y el contexto. La
manifestación artística como fuerza latente en la practicante de la Misha.
(Figura 1) Disposición, proporciones y estructura de la
Misha andina.
Teniendo en cuenta el
gráfico anterior, en esta corta introducción, se debería explicar la Misha andina de manera básica para elaborarla
junto a los estudiantes.
Presentada en una versión
didáctica, más flexible y fácilitadora, en clave auto-educativa, para desarrollarla con el público de la actividad.
La Misha andina como afirma
Nicolas Pauccar sería ese espacio sagrado que el estudiante
crearía para poder auto-reflexinar, auto-evolucionar, y facilitar su propia auto-educación, entendiendo que: 1) El
pleno universal lo conoce todo y lo contiene todo, que a su vez dio
creación a 2) La energía masculina y 3) La energía femenina, como fuerzas
creadoras y complementarias, de las cueles todo deviene, que en su unión crean
a todo lo existente. Produciendo los cuatro mundos de la misha (dentro del rombo)
4) El mundo sutil, 5) El mundo de lo conocido, 6) El
mundo de la materia, y 7) El mundo de lo desconocido.
2) La energía masculina: se pueden realizar por medio de escritura individual, y el diálogo
y escritura grupal, generando reflexión e introspección sobre los sentimientos
y pensamientos que generan problemas con la figura y energía masculina,
posteriormente se puede abordar los aspectos positivos.
3) La energía femenina: de igual manera se realiza por medio de escritura y diálogo,
reflexión e introspección individual y grupal, sobre los sentimientos,
pensamientos y problemas que podamos tener con la figura y energía femenina,
posteriormente se puede abordar los aspectos positivos.
4) El mundo sutil: podemos trabajar individualmente con la escritura para
reflexionar y generar introspección sobre los sentimiento y pensamiento que
tengamos con el mundo sutil (el mundo trascendental, los cielos superiores)
esas preguntas que tenemos sobre el alma y el espíritu, Dios (o dioses) las
fuerzas superiores, dándonos una espacio para poder cuestionarnos, y formarnos
ideas, hipótesis y certezas sobre esta
área del ser humano. Posteriormente se puede trabajar en grupo, en diálogo
generando un espacio para compartir visiones sobre lo trascendental, para
terminar de nuevo en trabajo personal.
5) El mundo de lo conocido: (aquí y ahora) podemos trabajar
individualmente con la escritura para reflexionar y generar introspección sobre
los sentimientos y pensamientos que tengamos con El mundo (la construcción social, la cultura y la
sociedad, la política y la economía) las reglas sociales, las frases que
nos rigen en la cotidianidad [¿el tiempo es oro?], los imaginarios colectivos.
Y posteriormente se puede trabajar en grupo, motivando el diálogo, para
terminar de nuevo en trabajo personal.
6) El mundo de la materia: igualmente podemos trabajar individualmente
con la escritura para reflexionar y generar introspección sobre lo que se siente
y piensa sobre la familia y los familiares que ya fallecieron. Pero también las
relaciones y traumas familiares actuales, las prácticas familiares, el
re-conocer las raíces familiares [de donde venimos], realizar preguntas a los
miembros familiares que están y ya no están. En este momento se puede posibilitar
un espacio de diálogo entre los miembros de la familia con el estudiante.
7) El mundo de lo desconocido: Se puede abordar individualmente con la
escritura para reflexionar y generar introspección sobre lo que siente, piensa
y lo que se intuye sobre este Mundo
desconocido, las cuestiones que nadie ni nada nos ha podido responder, este
sería la vía que nos conecta a través de los sueños con 1) El universo en pleno,
una ventana hacía lo que no se conoce, tomando a los sueños como una vía que
nos puede comunicar conocimientos del 4)
Mundo sutil. También podemos reflexionar sobre los sueños en la vida, en
especial, los sueños recurrentes, y ver como estos pueden llegar a estar
conectados con los otros mundos de la Misha. También podemos arriesgar a pedir
guía a los sueños, si se contempla esta posibilidad.
La Misha andina se podrá elaborar con cualquier material, teniendo en
cuenta las posibilidades de cada contexto donde se lleve a cabo la auto-educación,
el papel, se presenta como un material muy asequible y fácil de manipular. La Misha se podría crear así:
(Figura 2) Construcción de la Misha andina, realizada por
cuatro (4) planos (pedazos de papel) que se disponen en el orden observado en
la Figura 1. Las dimensiones de la Misha podrán ser medio pliego de papel
(50*35cm) o el pliego de papel completo (100*70cm)
La misha andina se podría dibujar directamente sobre el papel, pero se
adquiere más consciencia al trabajarla de
la manera anterior, se corporiza más en el estudiante. También se podría
ejercer otro acto psicomágico posibilitando que el estudiante escriba sobre la
zona del El pleno universal (área violeta) su propio nombre completo con
sus dedos, haciendo contacto con el material de esta zona de la Misha, pero sin
utilizar ninguna tinta o pintura, solo ejecutando el acto de inscribir su
propio nombre de manera invisible, corporizándose más en el ejercicio de auto-educación. La escritura introspectiva se puede realizar directamente en las
siete (7) áreas de la Misha andina,
en ambas caras del papel, o escribirlas en un trozo de papel aparte, y depositarlas
en las áreas de la Misha. Áreas en las
cuales también se puede dibujar directamente o depositar los símbolos
pictóricos que mencionamos
anteriormente.
En la reflexión sobre esta
herramienta, en mi propia auto-educación termine regresando a
mi niñez, tratando de encontrar una solución para la cohibición, la pena que
acontece al estudiante al exponerse escribiendo su vida, ante sí mismo [autos] y ante los compañeros de clase [ecos], esta vía que encontré en mi niñez
fue un juego con el que me divertía, era la
creación de alfabetos propios [hetero],
en los cuales solo el creador podía comprender la escritura y lectura del mismo.
En el ejercicio de la creación de un propio abecedario nos podemos servir en
los diversos referentes de alfabetos de las culturas antiguas. Si bien el
profesor como guía no puede comprender lo que se dice, con esta escritura secreta
[misterio],
el estudiante podrá realizar catarsis y sacar de sí mismo, esos sentimientos y
pensamientos que necesitan encontrar una vía al exterior.
(Foto 1) fragmento de uno de los textos escrito por un
estudiante por medio de un abecedario creado y referenciado con un alfabeto
antiguo real.
Por lo anterior, según mis
propias experiencias como educador, la Misha andina de la cultura Q’ero se puede ejercitar desde la
práctica de la auto-educación con el
enfoque existencialista, respaldada bajo una perspectiva educativa
responsable, en la cual, el educador deberá facilitar y guiar el proceso de
auto-educación, teniendo en cuenta lo anterior, no quiero afirmar que el docente o profesor no pueda ejercer la Misha
andina sin la compañía de un psicólogo o algún profesional del trabajo social,
muy al contrario, el docente está completamente habilitado para ejercitar este
método dentro de las historias de vida,
pues al interior de su propio ser palpita la condición natural que lo valida, y
es su propia condición de ser humano, como sujeto investido de sus propias
experiencias de vida (subjetividad), en diversas experiencias familiares,
amorosas, sociales, laborales, económicas, religiosas, espirituales,
culturales, etc. De igual manera su propia vocación y educación, las múltiplex
historias de vida reales y ajenas que ha ido incorporando en su propio ser,
todas estas experiencias propias y ajenas posibilitan en el docente (ser
humano) tener la oportunidad de interactuar y reflexionar sobre experiencias
vitales, en marcos interactivos relativos
y objetivos (sociedad), en las cuales
sus habilidades interpersonales e intrapersonales se van forjado en el
transcurso de su propia vida. De esta manera, la historia de vida del maestro se presenta como un referente en el
cual el estudiante podrá reflejar su propia historia
de vida, o en la de sus compañeros, facilitando la propia comprensión de
sus rasgos individuales (subjetivos-relativos) y los rasgos que tiene en común
con sus compañeros, docente y comunidad (objetividad).
A manera de cierre, esta
herramienta se puede facilitar como método para la auto-educación (auto-formación) en clave existencial,
brindando la posibilidad de crear un espacio auto-reflexión, auto-creación y
auto-transformación, donde el ser humano pueda encontrar una vía por medio de
la creación de su propio espacio sagrado, alejándose del caos propio del pos-modernismo, realidad en la cual se facilita la perdida de la identidad propia,
imposibilitando generalmente, los espacios de auto-educación en consciencia
para los seres humanos en la cotidianidad, y al interior de las instituciones
educativas de diversa índole.
Referencias:
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N., (2015). La consmovisión andina por
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Jodorowsky, A. (2007). Psicomagia. Madrid, España: Siruela Ediciones.
Gracias por la informacion
ResponderEliminarHola no e entendido cuando dices que se puede tener un dialogo con la familia i los familiares fallecidos puede explicar como se puede hacer eso con la misha andina le estaria agradecido
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